Bitácora sincopada. Una habitación llena de pensamientos y momentos.

Mi foto
Valencia, Vanuatu
Situación: 39º28´20.85¨N/ 0º23´.01.69¨O Lo que me apetece decir, ya lo expreso aquí, a ratos. A tiras, de un tirón, a trompicones, con inspiración diletante. Partes de mí, de las muchas, antes de que se deslicen entre mis dedos, como esa espuma.....guiño a B. Vian.

domingo, 18 de octubre de 2009

Cambios, giros y demás piruetas.

Es domingo. Escribo en el salón; disfruto de una taza de café y de un silencio poco habitual. No he querido ponerme música, ni encender la radio. Le pido al mundo que se quede a un lado. Me dejo envolver por esta quietud que arropa y me devuelve a mí. Escucho el silencio, interrumpido por el suave ritmo del teclado. Me quedaría así , días. Tengo que probarlo alguna vez; marcharme a un lugar retirado y volver a la conciencia plena de todas y cada una de las pequeñas cosas que forman los días.
Por circunstancias, tengo que mudarme , una vez más. Esta vez sí que me pesa. Un peso real,  materializado en todas áquellas cosas que he ido acumulando, casi sin darme cuenta. De momento, dejaré aquí algunas que simbolizan algo más que su uso práctico. Mi cama nueva, muy cómoda pero demasiado grande. No ha sido testigo de demasiadas alegrías y sí de desvelos varios. Otros enseres de los que me desprendo, para ir más ligera.
El cambio, como ocasión de dejar atrás áquello que nos impide avanzar con decisión.
Esta vez, repaso lo que puede hacerme falta de verdad, lo que necesito. No quiero apegarme demasiado a nada que me impida ver lo esencial y lo sencillo. Eso debiera competer a las personas. Pero de ellas, ya me guardo su esencia. Y... recuerdo , valoro, cuido. Perdono, de la misma forma que lo hago conmigo; con la conciencia de nuestra delicada y contradictoria humanidad. Quiero dejar aquí, lo que he sufrido y pensar que cada nuevo momento se abre a otras expereiencias.

Llevo unos días en los que deambulo por estas estancias, que poco a poco se van vaciando. De nuevo los recuerdos, con los que hablo despacio. Algunos vendrán conmigo, pero los escogidos. Otros, me pesan demasiado.
Voy a una zona que no conozco. A un piso grande con una enorme terraza.
Estoy expectante y ya tengo ganas, pero me queda este proceso: solitario, laborioso y ....a ratos tedioso.
Me alienta saber que la vida no puede guardarse en cajas, sólo fragmentos simbólicos.
En definitiva ; que una vez más tengo que hacer arqueología de la memoria. Y empaquetar.

Presiento que algunas cosas van a cambiar. Para mejor.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta la sensación de optimismo y vitalidad que siento al leer sus líneas. Me he dado cuenta que sobran muchas cosas materiales, me agobian. Creo que abusamos de ello y nos hace impersonales. Hace años que me di cuenta de la facilidad que tengo para olvidar las cosas que me hacen daño. Algunas tenemos que seguir recordándolas y para ello he tenido que ir guardando objetos, papeles, ..... Ahora quiero que todo eso desaparezca, quiero que esa sensación de tristeza, abandono, enfado, agobio ..... no forme parte de mi vida. No quiero que sea ni un recuerdo.

Un abrazo.

S.C.

Charm dijo...

Bueno, es como pensar que los cambios abren otras posibilidades. No veo la necesidad de ser negativa; aunque una amiga está en la fase de pensar que ser optimistas es de necios. Sin embargo y en frio...qué me aporta verlo todo negro....No encuentro respuesta.
Es mi segunda mudanza en menos de un año- por circunstancias ajenas- y emipezo a pensar en esa necesidad de simplificar. Muchas cosas, para vivir de otra manera y disfrutar.
Gracias por tus comentarios....). Muchas.

Espumas que han llegado.