El diablo es un incomprendido. No tiene la culpa de los errores de nuestro libre albedrio. Al fin y al cabo, su naturaleza era angelical y entregada. Fue expulsado por hacer preguntas. Su insumisión lo llevó al destierro.
Un angel caido. Pero angel, en definitiva. Yo, que tantas veces he caido, lo entiendo.
Al diablo se le imputa la tentación, que fue creada para sucumbir a ella, no se sabe bien por quién.....
El diablo sabe de fuegos varios y advierte de las intensidades que pueden abrasarnos. Siempre me recomendó las brasas, que arden lento y se inflaman con aires nuevos.
Eso me dijo una noche, cuando lo descubrí fumando en una esquina de mi cama.
Advertido por el castigo de Prometeo - ejemplar e injusto- encontró la estrategia. Aliado con el amor, hizo un fuego que permitiese subir al cielo.
Desde entonces, Dios está desconcertado. Y tus ojos felinos, clavados en mi escote.
2 comentarios:
"Eres lo que eres y eso me encanta."
Eso dice Marguerite Duras hoy para ti :)
Gracias a Maraguerite y a tí. So sweet...).
Eso digo, esta tarde para las dos.
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