Hay un magnifico y sesudo libro de mismo título, obra de Antonio Escohotado. Hace reflexionar
sobre la convivencia y conveniencia de ambos términos, en sus esencias. Desde un espíritu renacentista, abarca muchos ámbitos - la política, la matemática, la economía...- con esa actitud suya tan sana de cuestionarlo todo. Esto último es el verdadero ejercicio de la filosofía.
Me impresionó en su día - y con cada relectura- el análisis que hace sobre el miedo de nuestras democracias a hacer un ejercicio activo y concreto de su sistema. Es decir: que no se consulta al "pueblo" sobre cuestiones que le competen de forma puntual. Ese " pueblo" que sólo es referente en ciclos de cuatro años, a fín de perpetuar el poder de un determinado partido.
Me reconozco antisistema, pero no al uso. No me encontrareís comulgando con ninguna de las ortodoxias de la "contra". Las ortodoxias siempre me recuerdan esa chaqueta que te queda pequeña; imponen un sibilino: " o estás conmigo o estás contra mí". Y cualquier disidencia es prejuzgada como una falta de convicción, como una debilidad.
Al final, nadie te reconoce como "afín" y sobre una recae la mirada de la sospecha.
Me reconozco en mis propias búsquedas, en mi cuestionar todo áquello que se presenta bajo ese barniz del conformismo : "las cosas son así" y frases similares. Actitud que promueve el sistema dominante en su propio beneficio.
Estos pensamientos "rumiaba" esta mañana, frente a un café bien caliente y fuerte. Acto seguido, me preguntaba dónde puse mi ropa interior....en medio de ese improvisado tetris que es mi espacio actual.
Algun sistema hace falta, si una no quiere andar perdida y perpetuar ese caos tan necesario en determinados momentos de cambio.
En contadas ocasiones....me gusta ir a la deriva. Aunque confio en llegar a buen puerto.
Lo peor quizá, todo sistema impuesto como axioma.
Algo cierto: no os librareís de los villancicos en el supermercado. ¿Apostamos?.
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6 comentarios:
Oiga, oiga, no debería meterse con la Jurado, ni "por sistema" ni por "anti-navidad", y eso que en esto último estoy de acuerdo con usted. Y no sólo por qué nadie ha llevado un escote "espaldero" cómo ella, si no también por qué su "vibro" es una metafora encantadora. Saludos
Yo de nuevo (olvidadiza soy), perdón por poner dos comentarios (aunque su blog hay más casos de estos). No sé cómo se me ha podido pasar, que me he ofuscado con lo de la Jurado. Que digo yo que no se preocupe por lo de perder las bragas y el sujetador (que fina es usted, con lo de ropa interior). Creo que es también una bonita metáfora de andar a la deriva o en un período de transición casi total. Todas hemos perdido, en algún momento, nuestras bragas (o tangas, que ya preveo que me van a puntualizar en este punto)
Me encanta La Jurado para ciertos momentos.
Eso de : "Te amo con la fuerza de los mares....Yo". Fuerza y tronío, sí señora.
Lo imagino entre montañas de turrones y mazapanes en oferta...y como parece que no toca - por eso mismo- me gusta más. )
No soy usuaria de tangas; se me meten en el "chavo negro" y suscitan ese gesto tan feo de estirarse el pantalón.
Me alegra verla por este espacio. )
Sabe? Desde las cunetas se ve todo diferente...
Aquí tocamos zambomba y pandereta y somos capaces de bailar villancicos a un ritmo indescifrable, con pasos por los que te expulsarían de cualquier academia de baile...no importa si los canta La Jurado, EL Fari o una servidora...!!!
Desde mi desnivel del márgen de un camino perdido y embarrado, miro los tobillos de los ordenados, de los caóticos, de los intelectuales, de los estúpidos,de... miro el polvo apresurado de sus zapatos y, mientras ellos piensan la vida...los de mi barrio...la vivimos...simplemente...
Usted, querida, me gusta y lo sabe...
En el próximo traslado pongo los bocadillos.
Señorita Charm, aunque calladita, la leo siempre que puedo, la sigo y todo eso. Lo que pasa es que mi madre (que tiene un título diferente al mío) siempre me ha dicho, que calladita y discreta siempre. Cosas de la educación.
Por cierto, lo de la Jurado entre mazapanes ¿no será una imagen subida de tono? ¿será que yo he seguido con mi imagen de la Jurado escotada (por la espalda)?
Siempre he mantenido que si existiese un infierno y tuviese hilo musical, no se escucharían los éxitos satánicos de Hell Metal Death Apocalypse, sino villancicos.
Villancicos, a todas horas, a toda hostia. De los de niños, pandereta, tenedor y botella de anís. ¿A alguien se le ocurre mayor tortura?
Tema Jurado, que parece que gusta. Mi colega SEBAS afirma que (cuando vivían ambas) las respectivas galas de la Jurado y la Pantoja de navidades marcaban las tendencias en la moda de ese año. Yo nunca pude rebatirle el argumento.
Y sí, todos los sistemas tienden al caos. Mis estanterías de los tebeos son un perfecto laboratorio de pruebas.
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