Bitácora sincopada. Una habitación llena de pensamientos y momentos.

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Valencia, Vanuatu
Situación: 39º28´20.85¨N/ 0º23´.01.69¨O Lo que me apetece decir, ya lo expreso aquí, a ratos. A tiras, de un tirón, a trompicones, con inspiración diletante. Partes de mí, de las muchas, antes de que se deslicen entre mis dedos, como esa espuma.....guiño a B. Vian.

lunes, 20 de abril de 2009

Infinita Ternura.


Las grandes palabras, desgastadas, se quiebran en el roce de las pequeñas. Un roce amable, delicado y compañero. A veces, compasivo.
Tengo un archivo particular, de fotografías recogidas aquí y allá. Copiadas y pirateadas, para un uso íntimo. Casi clandestino. No existe orden ni concierto en esta compilación; si cabe, el ocasional y disparatado que guía mi criterio. Mi criterio es loco y excesivamente curioso. Sufro una suerte de "Síndrome de Diógenes", demasiadas cosas son susceptibles de inspirar algo más.
La imagen que adjunto, se revela - en rebelión- poderosa. Mirada a la cámara sin pudor, sujetando un animal que comparte esa perplejidad. Hace mucho tiempo que la encontré, y sólo hice un par de anotaciones al respecto, en un cuaderno. La Ternura del gigante. Le prometí un relato corto a la instantánea... con ese título. Me queda pendiente y pendenciera.
Es Klimt, en su jardín....sus obras mil veces reproducidas en láminas.
Salvaje y tierno...pero decidido. Tal como debiera ser el buen amor, no el que inventaron las novelas y las princesas rosas.
Me dan ganas de ponerme de puntillas y besar esa cara que encuadra la mirada bizca.
Regálame un manto de flores, Gustav, para arroparme cuando haga frío en primavera.
Este fin de semana, de nuevo en estas tierras, un lunes festivo. En el paladar, evocaciones a gastronomías vascas, Txacolí como un rio sin fin.

Y un disco, loco: Atlantic Records. The funk and jazz experience.

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Espumas que han llegado.