Bitácora sincopada. Una habitación llena de pensamientos y momentos.

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Valencia, Vanuatu
Situación: 39º28´20.85¨N/ 0º23´.01.69¨O Lo que me apetece decir, ya lo expreso aquí, a ratos. A tiras, de un tirón, a trompicones, con inspiración diletante. Partes de mí, de las muchas, antes de que se deslicen entre mis dedos, como esa espuma.....guiño a B. Vian.

miércoles, 22 de abril de 2009

Un beso, dos besos, tres besos.


Y un cuento, dos cuentos, tres cuentos. Y un carajo, porque tres serían multitud. Cierto regusto a infancia en la letanía. Anoche hablé -por fin- con mi verdadera vecina, entre maridajes varios. Ella es lectora empedernida de blogs. Me comenta que, áquellos que hablan de las pequeñas cosas cotidianas, suelen tener mucho predicamento. Podría desgranar aquí un catálogo de diminutos detalles, como naturalezas muertas del devenir.
Sobre mi mesa, el último Babelia - "Bobelia", según Alberto- la mirada franca de Tobias Wolff y una palabra subrayada: fabulación. También, honestidad. Grandes expresiones que son como trajes enormes para nuestros políticos. Ultimamente, he notado cierto desagradable olor y he descubierto el origen de ese foco infecto: los artículos sobre acontecimientos políticos en los diarios. Con especial énfasis en lo que ocurre en ésta, mi Comunidad.
Miro la taza de café vacía y los posos no me dicen nada de mi porvenir. Mejor así.
Un poema de Peri Rossi me hace reir con ganas; sutil venganza a los psicólogos, que se tienen por nuevos profetas. Sospecho que, estadísticamente todo se entiende. Personalmente, todo se complica. Cita anotada de forma rápida en mi moleskine.
De vuelta a las cosas básicas y esenciales, sin cortinas de humo. Sin huidas posibles.
Dios y su discurso en negativo, viajan en autobús. Supongo que el diablo quizá prefiera un Porsche con los cristales tintados...le sería más propio.
Pienso hoy, en el hartazgo de los grandes discursos huecos, de consignas y galimatías.
Un beso es un beso es un beso.
Y mañana, un día bonito, en algunos casos con flores y libros... veremos las caras de esos que rechazan su parentesco con Cataluña. Cosas de aquí.

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Espumas que han llegado.