Bitácora sincopada. Una habitación llena de pensamientos y momentos.

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Valencia, Vanuatu
Situación: 39º28´20.85¨N/ 0º23´.01.69¨O Lo que me apetece decir, ya lo expreso aquí, a ratos. A tiras, de un tirón, a trompicones, con inspiración diletante. Partes de mí, de las muchas, antes de que se deslicen entre mis dedos, como esa espuma.....guiño a B. Vian.

domingo, 1 de marzo de 2009

Cinema Paradiso


He pasado el fin de semana en el pueblo. Me fuí a ver opereta - "El Murciélago" de Strauss Jr.- y a confraternizar con la familia. Me he "henchido " de cine en compañía de mi madre. Digo el verbo con absoluta propiedad, puesto que es algo más espiritual que el simple hecho de visionar. A la vieja usanza, una junto a la otra, en absoluto disfrute. Recordando la época de áquella Pilar Miró, tan cinéfila.... Atendiendo a esas viejas películas en blanco y negro, de banda sonora castigada por el tiempo. Doblajes espectaculares y guiones....de los de antes.
Nos han mirado un poco...raro, por áquello de volver al celuloide en B-N, en los tiempos de la TDT y las televisiones de plasma.
Nosotras, más contentas que unas castañuelas. A lo nuestro.
Mi madre es una enciclopedia de cine clásico. Más o menos, como Carlos Pumares. Se educó en áquellos cines de posguerra, de cena de sobaquillo, gaseosa y calentador para los pies. De abono familiar y sesiones....casi triples. Sabe un montón.
Acertó la pregunta de áquel concurso que le dió al vencedor los 50 millones de pesetas. "Aceite de Copra", era la respuesta. La familia atónita. Ella, toda digna, argumentó: "Hay una película de Burt Lancaster en los mares del Sur...donde él es un marinero que...bla, bla, bla...".
Mi madre ha estado en todo el mundo, gracias al cine. Sabe que son los Campos Eliseos y la 5ª Avenida, la ciudad Prohibida y Shangai. Sabe muchas, muchas cosas...porque devoró el cine de una forma, que ya no entienden los nacidos en la era catódica. Vivió una existencia paralela, al amparo de la oscuridad de las salas. Y su memoria está llena de todos esos entusiasmos de la juventud.
En mi pueblo, hubo tres cines en pleno rendimiento. Fueron los espacios de mi adolescencia y juventud. Fueron mi refugio de las noches de los sábados.
Ya no queda ninguno. Algunas sesiones de domingo, subvencionadas por Conselleria, cual animal extinto.
Todavía recuerdo ese olor a cortinas y tapicerias viejas....a cerrado. A promesas de disfrute...
Requiem por ellos.

PD. La foto es de Alberto. De uno de los cines de nuestro pueblo. Cerrado hace ya años. Su destino: o un supermercado o viviendas. Lástima, era uno de los más entrañables...

6 comentarios:

Mireia dijo...

al igual que tu, seguro que tu madre es una buena compañera de butaca.
me uno al requiem.
aqui, un teatro añejo ha caido tambien.
un beso.

Charm dijo...

El Princesa.....pura especulación inmobiliaria, que no debe extrañarnos nada, nada. Una verdadera pena. Paciencia estas fallas en el curro....)

Anónimo dijo...

Ay tu madre, tu madre!!!! no puedo evitar, siempre que hablamos de ella, acordarme del famoso susto en las escaleras de tu casa, todavia me rio!!! aunque, supongo, a ella todavia le debe hacer puta gracia!!! ¿todavia vive en la cuesta del castillo?
No me acordaba nada de ese cine, la foto es chulisima, probablemente alguna peli veriamos tu y yo... y MariCarmen ahi!!!
abrazotes!!!!

Charm dijo...

Jajajaja, creo que toda la familia se acuerda del suceso. Te esmeraste en el asunto, ahí, bien escondido. Me alegra que te pases por aquí de vez en cuando.
Me alegra mucho.

Alberto Pérez Pérez-Duque dijo...

Con todo lo que mola la nostalgia, afirmo: ¡Es toda mentira! ¡No os dejéis engañar!

En el cine (incluyendo el de la foto) he visto la peores mierdas del mundo tras pagar una pasta y sin tener ni siquiera el mando del Fast Forward. Vale, mi capacidad de concentración dura loq ue un episodio de POCOYÓ, pero, aun así.

De hecho, comencé a desconfiar del cine cuando mis padres me llevaron a ESTE cine de la foto a ver "El CID". Me dormí, claro, igual que viendo "El Álamo" y otros grandes truños en celuloide.

Vale, no hay cine en el pueblo. Una pena. Pero la gente VE más pelis y series que nunca, en su casa, y tiene derecho a ELEGIR. Cosa que nunca se ha podido cuando solamente hay un cine en el pueblo.

Alberto Pérez Pérez-Duque dijo...

¡La nostalgia es un arma! ¡Cuidado con las trampas!

En ese mismo cine he visto yo mierdas indignas de descargar gratis del emule. Defiendo y defenderé que las pelis hay que verlas en casa con el mando a distancia, la pausa para hacer pis y el avance rápido para las escenas peñazo. Que suelen ser muchas.

Se produce cine tan bueno (y malo) como el de antes, y muuucha ficción en tele infinitamente mejor que casi toda la producción cinematográfica de los 80 junta.

Bromas aparte: sí, que pena un cine cerrado. Pero si miramos la cartelera de esta semana vemos que no es para tanto, ¿eh?

Espumas que han llegado.