Ultimamente no entiendo nada de nada. Lo prometo. No es una pose de escéptica al uso, tan de moda. Ni me apunto al carro de las derrotas - que en muchas ocasiones son una justificación de la pasividad-.
Tampoco necesito entender en profundidad, tan sólo encontrar un sentido a los devenires. Un hilo en la sucesión de la secuencia: acción- reacción.
Me informo por varios medios; me quedo con la simple sensación de saturación. Incluso leo diferentes periódicos para ver de cuántas formas es posible mentir.
Tiempos difíciles; triunfo de la demagogía, del sofismo. De no llamar a las cosas por su nombre, de tirar balones fuera.
Ayer, un amigo me contaba un problema que ha derivado en el vil metal y en la pérdida de una amistad de años. Estaba triste y perplejo. Tiene que poner capital de su bolsillo y la otra persona ni contesta al teléfono. Y la paradoja es que él, le estaba haciendo un favor. Nadie le ha ayudado, ni siquiera en la humana actitud de escuchar y alentar o apoyar.
Como respuesta, un encogerse de hombros y un mirar hacia otro lado. Visto así, cómo pretendemos que las cosas mejoren, si en lo que está a nuestro alcance ni siquiera reaccionamos.
Y la estupidez y el más duro egoismo se expanden. Y los advenedizos se frotan las manos, porque saben que sacarán tajada de la falta de solidaridad: "divide y vencerás....". No importa tema, estas generalidades escritas con rabia contenida son aplicables a demasiadas situaciones.
Lo siento, yo me resisto. No me da la real gana aceptar que la palabra no tenga valor y que la lealtad solo suscite una mirada condescendiente.
Esto no es "Aterriza como puedas". Es un "Sálvese quien pueda", con el consiguiente pisar cabezas a diestro y siniestro.
Poco tengo, pero a quien soy a día de hoy no pienso renunciar. Que miren los demás hacia otro lado. Yo de frente y hacia adelante.
Tampoco necesito entender en profundidad, tan sólo encontrar un sentido a los devenires. Un hilo en la sucesión de la secuencia: acción- reacción.
Me informo por varios medios; me quedo con la simple sensación de saturación. Incluso leo diferentes periódicos para ver de cuántas formas es posible mentir.
Tiempos difíciles; triunfo de la demagogía, del sofismo. De no llamar a las cosas por su nombre, de tirar balones fuera.
Ayer, un amigo me contaba un problema que ha derivado en el vil metal y en la pérdida de una amistad de años. Estaba triste y perplejo. Tiene que poner capital de su bolsillo y la otra persona ni contesta al teléfono. Y la paradoja es que él, le estaba haciendo un favor. Nadie le ha ayudado, ni siquiera en la humana actitud de escuchar y alentar o apoyar.
Como respuesta, un encogerse de hombros y un mirar hacia otro lado. Visto así, cómo pretendemos que las cosas mejoren, si en lo que está a nuestro alcance ni siquiera reaccionamos.
Y la estupidez y el más duro egoismo se expanden. Y los advenedizos se frotan las manos, porque saben que sacarán tajada de la falta de solidaridad: "divide y vencerás....". No importa tema, estas generalidades escritas con rabia contenida son aplicables a demasiadas situaciones.
Lo siento, yo me resisto. No me da la real gana aceptar que la palabra no tenga valor y que la lealtad solo suscite una mirada condescendiente.
Esto no es "Aterriza como puedas". Es un "Sálvese quien pueda", con el consiguiente pisar cabezas a diestro y siniestro.
Poco tengo, pero a quien soy a día de hoy no pienso renunciar. Que miren los demás hacia otro lado. Yo de frente y hacia adelante.